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¡Conversaciones y Memorias en La Plaza de La Santa Cruz en Montelíbano.

Córdoba
Jan 31, 2025

Montelíbano. ¡Conversaciones y Memorias! Hace un tiempito caminaba por La Plaza de La Santa Cruz en Montelíbano, sofocada por el calor me senté en unas de las bancas debajo de uno de los árboles de Mango, a unos metros debajo de la misma sobra, dialogaban estos dos señores.

Por supuesto el tema que abordaban era el calor que estaba haciendo "esta sofocación es brava", compartían ellos, escuchándolos, me giré, los observe, me miraron, uno dejo ver una leve sonrisa y entré a la conversación. Yo amante de las memorias, seguí escuchando la historia de los 'tiempos pasados' y llegó el tema de las cabañuelas, ellos aseguran que antes si se cumplían las cabañuelas.

Las Cabañuelas, esas que precisamente culminan hoy 31 de enero, era o es aún, ese método tradicional que usaban nuestros abuelos, para predecir el clima a largo plazo, donde los primeros 12 días representan los doce meses del año y luego se cuenta inverso y posteriormente se saca suma por meses, culminando el 31 de enero, obteniendo por medio de eso lo que sería el clima, invierno verano en el año.

Yo aproveche para preguntar, ellos me hablaron de su juventud, de sus familias, del campo, de las cosechas, de Montelíbano, del Puerto, de Sincelejo, de Ayapel. Ellos se decían y te acuerdas cuando llegaban las canoas y todo era bonito. Observe en sus palabras esa nostálgica remembranza y en sus miradas la añoranza de su juventud, las memorias de sus días llenos de fuerza y vitalidad.

Yo no pude evitar entrar en esos caminos reales de mi niñez, recogiendo abundantes flores de Polvillo y Roble, para luego tirarla hacía arriba y dejarlas caer sobre mi rostro, eso era para mi algo muy bonito, para algunos, seguramente cursi, pero para mí, creo que era una de mis fechas favoritas en el campo; ellos seguían su conversa, yo escuchaba atentamente y aunque algunos términos, no los comprendí, yo me sentí feliz que ellos me permitieran estar en esa conversación.

Ellos extrañando su pasado y resonando la importancia de las Cabañuelas, recordaban que, en aquellos años cuando se cumplía este método, los campesinos sabían cuando arar, sembrar y además, sabían hasta las fechas cuando debían llevar las diferentes semillas de arroz, maíz, ñame y yuca, entre otros cultivos propios de la región.

Las cabañuelas, inspiraron una canción que lleva su nombre y que interpreta Poncho Zuleta y fue compuesta por Roberto Calderón, donde desglosa en sus primeras palabras este método campesino. “Ya llega enero y estrenando el año rostros alegres, de esperanzas sueñan. Y comparé mis sentimientos con las cabañuelas y dibujé mi corazón como cuarteada tierra. Que haya tierra mojada” …

En estos 2025 miles de campesinos esperan esa lluvia que nutra la tierra y que ella devuelva alimento a todas las familias, porque algo nunca debemos olvidar, si en el campo no se siembra en la ciudad escasean los alimentos. Gratitud a estos dos Señores, les quedo debiendo los nombres, porque perdí la libreta donde apunte esos datos, a ellos muchas gracias, he pasado por La Plaza con el fin de volverlos a ver, pero no me ha sido posible, aprecio quien sepa sus nombres que me lo haga saber.

Escribo estas letras en su honor, en honor al campesinado colombiano, a sus memorias a sus luchas, a sus dolores, esos que en muchas ocasiones parecen encapsular en sus silencios mientras observan la lejanía con miradas ‘perdidas’, con suspiros inexplicable mientras sorben un café.

¡Gratitud y Memoria!



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