Nacional. "Tras 72 horas se considera que el ciclo para hallar personas vivas se ha cerrado y la probabilidad de hallazgo se reduce a cero. A partir de ese momento se inicia el trabajo con maquinaria pesada con el fin de hallar personas (sin vida) que pueden estar bajo los escombros", así lo explicó el capitán de Bomberos Arbey Ramírez al referirse a la tragedia de Mocoa.
Trascurridas las horas los equipos de rescate en Mocoa, pierden la esperanza de seguir hallando personas con vida, los diferentes organizamos han trabajado con la esperanza de encontrar a todos con vida, pero hoy se cumplen 72 horas de la avalancha y después de este tiempo es casi imposible encontrar sobrevivientes. "La probabilidad de sobrevivir en este tipo de fenómenos es muy baja porque el deslave causa pocas posibilidades", agrega el capitán Ramírez.
Sin mucha esperanza, pero con un compromiso arduo los equipos de rescate siguen trabajando en busca de milagros, milagros que apacigüen el dolor que centenares de familias colombianas están pasando, en ocasiones para los equipos de rescate, cuando no hay posibilidad de hallar personas con vidas, encontrar los cadáveres de alguna manera ayuda a que sus familiares puedan dar cristiana sepultura y así pueden vivir el duelo de manera menos traumática. "Si me pregunta como médico, en mi cabeza está la posibilidad de vida de quienes hayan resultado afectados. Sin embargo, cuesta decirlo, pero disminuye cada vez más la expectativa", afirma el doctor Suárez.
Toneladas de lodo, piedra y escombros que cubren muchos barrios de Mocoa, esa es la tarea que continua en esta labor de rescate, al tiempo que aguardan hallar los cadáveres de los desaparecidos. Uno de los puntos más complejo para esta labor es el barrio San Miguel, zona cercana a los ríos Sangoyaco y Mulatos y donde se presentó el mayor número de muertos y desaparecidos.
Pese a que la cifra de fallecidos llega a 300 personas, las familias aguardan la esperanza de hallar a sus seres queridos con vida, siguen pidiendo a Dios por ese milagro y también piden que las lluvias cesen y poder así tener un parte de tranquilidad en medio del dolor y el desastre que les ha dejado el vendaval