Región. Eran las 03;41 p.m, cuando llegué al Parque 20 de Julio y mi corazón empezó a acelerarse, al ver tal multitud de personas. Nunca había visto llorar a tanta gente junta. Había aproximadamente 6.000 personas y todas dejaban correr sus lágrimas. Todo el pueblo bijaguero estaba ahí para despedir al “hijo del pueblo”. Estaban todos unidos en un solo sentimiento de dolor y desconcierto. No hubo distingo de credo, ni de raza, ni de partido político, ni de estatus social: un solo pueblo gemía de dolor porque le arrebataron la vida al ser humano más noble que parió esta tierra: MARIO ELÍAS CARRASCAL NADER.
A mis ojos, les parecía increíble tal acontecimiento. Llegué a preguntarme si había entre tanta gente algún curioso, pero bastaba con guardar silencio y escuchar cada historia: todos les debían algo, a todos les había tocado el alma (ya fuera con una mano extendida para ayudarlos, con un abrazo o con una sonrisa).
Entre vallenatos, poesías, versos y un llanto generalizado, arrullado por un sol inclemente, PUERTO LIBERTADOR le rindió un último homenaje a su hijo más amado, al amigo de todos, al hombre que siempre pensó en la necesidad ajena, al bohemio que amaba el vallenato y le cantaba al amor, a la injustica y al tiempo despiadado.
Puerto Libertador, gimió a una sola voz, pidiendo justifica por tan infame crimen. Le pidió a la Fiscalía General de la Nación enviar una Comisión Especial para investigar los hechos con prontitud y hacer pública la verdad. Le exigió al Sistema de Justicia Colombiano impedir la impunidad, que tanto lo caracteriza. Gritó unísono consignas como:
“PUEDEN MATAR A UN HOMBRE. PERO NO PUEDEN MATAR A TODO UN PUEBLO”
“PUEDEN SILENCIAR LA VOZ DE UN NOBLE CANTOR DE PENAS Y ALEGRÍAS, PERO NO PUEDEN DESARRAIGAR DE MILES DE CORAZONES, EL AGRADECIMIENTO POR TODA LA BONDAD Y MISERICORDIA QUE ÉL REPRESENTÓ”
“NO ESTÁS MUERTO. TU LEGADO DE AMOR, SENCILLÉZ, BONDAD Y HUMILDAD VIVE EN CADA BIJAGUERO”
“HOY MUERE UN HOMBRE, PERO NACE UNA LEYENDA”
Miembros de su familia, manifestaron públicamente su infinito agradecimiento con el pueblo de Puerto Libertador, al que él tanto amó y sirvió. Expresaron sus deseos de continuar con su legado y pidieron perdón para quienes les arrancaron un pedazo del corazón. Amigos de muchas partes del país vinieron a despedirlo, entre ellos el reconocido manager del cantante Carlos Vives.
Después, la misma multitud acompañó su féretro hasta el cementerio local. Literalmente las calles se convirtieron en un río de gente. Llanto y música se mezclaron entre la multitud. El pueblo entero no pudo verlo sepultar, porque el lugar era intransitable.
Un acontecimiento sin precedentes se vivió en un pueblo del sur de Córdoba que hoy todos conocen gracias a las canciones del “HIJO DEL PUEBLO”.
Nuestras más sinceras condolencias a su familia y al pueblo de PUERTO LIBERTADOR, por tan irreparable pérdida.
Mayla Corena González/Zoom Informativo