Familias hablan y reconocen que están ocupando una propiedad privada, según ellos, tenían promesas que este lugar sería para ellos construir sus casas y dar un techo a sus familias, pero dicen que ahora, después de 9 meses están en el completo abandono.
Visitar el lugar es conocer muchas historias, algunas dolorosas en materia de desplazamiento, hambre, abandono, vulnerabilidad de derechos humanos, pobreza y demás situaciones que dejan ver que vivimos en un mundo en total desigualdad.
Piden respeto por su dignidad, ‘Teresita’ Domicó, dice no tiene terreno donde vivir, ellos siempre han vivido en el ‘Pindo’ y ha invadido porque no tienen casa, Magnolia, dice que su hijo solo habla de antimotines y hasta ella esta traumatizada, pero no tiene donde vivir y por eso está en esta propiedad.
Por su parte, Ana Manuela es desplazada hace 7 años y pide respeto y un lugar para vivir ella y todas las personas que están en situaciones similares, ella dice que no quieren violencia, quieren paz.
Dormir, eso no es posible en su plenitud, palabras más palabras menos es lo que nos dice Omar Viloria, él y su familia son desplazados de Las Frías y Marralú y pide que no lo desplacen por tercera vez. Pero no solo ellos, diferentes familias que han invadido esta propiedad hablan de la situación por la pasan.
Han tocado puertas, han recurrido a diferentes entidades y esperan ayuda, ya sea que la administración compre el terreno o les dé un lugar para ser reubicado, en su necesidad y ante la vulneración a la que según ellos se han visto sometidos, han recurrido a la Diócesis de Montelíbano, al ICBF, a la presidencia de la república y otras entidades.

