“Se puede perdonar y al mismo tiempo hacer justicia. No podemos llevar al victimario a la justicia extrema porque se convierte en injusticia, en venganza, y así pierde absolutamente su sentido. La justicia y el perdón no se oponen, se complementan. Debemos trabajar para dejar de ser un país que no está en paz, que está angustiado. Y eso no hace que podamos ver, muchas veces, con claridad el futuro. Asistimos a un desconcierto nacional que hay que hacerle frente. Para comenzar a enfrentar el presente del país hay que saber perdonar. Hay que entender la justicia no en términos de castigos ni venganzas. El perdón no es debilidad ni ceder en nuestros derechos. Por eso el perdón aparece como complemento de la justicia, el perdón hace posible que se vea al criminal como una persona que debe ser rehabilitada y se le brinden las posibilidades de que lo pueda hacer y reintegrarse. El victimario tiene que reparar el daño y establecer una relación nueva entre las personas”. Estas son las palabras de Mons. Rubén Salazar, Cardenal Primado de Colombia en la conmemoración de la Semana Mayor.