Jóvenes asesinados en Buga no superaban los 20 años, acabaron con los sueños de ellos y sus familias.
Nacional. Cuando apenas llevamos los primeros 25 días del año, en medio de una mortandad por causas asociadas al Covid-19 y sin que se sepa aún cuando llegaran las vacunas contra el virus, en Colombia el peor virus de su historia, la violencia y los asesinatos se recrudecen.
La madrugada del domingo 24 de enero en una finca del corregimiento de Cerro Rico, zona rural de Buga, en el Valle del Cauca, cinco personas fueron asesinadas y tres más resultaron heridas, entre ellas una persona de 70 años, luego que hombre armados incursionaran en una finca donde departían.
Familias destrozadas por el vil asesinato de los 5 jóvenes que, según la información de medios del Valle del Cauca, no superaban los 20 años. Juan Pablo Marín, Nicolás Suárez, Valentina Arias y Sara Rodríguez García, murieron en el lugar de la masacre, entre tanto, Jacobo Pérez Vásquez, hijo del propietario de la finca, donde departían, lo llevaron a un Centro asistencial, pero falleció el mismo domingo en horas de la tarde.
“Condenamos el asesinato de cuatro personas cerca a Buga. He dado instrucción al Cdte. (del Ejército Nacional) Eduardo Zapateiro y al director (de la Policía) Jorge Vargas de trasladarse de inmediato a la región. Daremos con los responsables del crimen. Nuestra solidaridad con las familias”. Dijo el presidente Iván Duque, tras esta masacre, pero más que repudiar, lo que piden las familias de las víctimas es que se haga justicia por los jóvenes.
Tras el lamentable hecho las autoridades adelantan investigaciones al tiempo que ofrecen una recompensa de hasta $200 millones de pesos a quien de información que permita encontrar a los responsables de dicha masacre.
Por su parte el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, confirmó que, “Todavía no tenemos pistas de los autores de la masacre en Buga; hay información que estamos valorando (...) todas las líneas de acción están siendo consideradas en este momento, no hay nada descartado”.
No se sabe nada de los perpetradores de esta masacre, como tampoco se sabe mucho de los autores de las anteriores masacres, lo cierto es que Colombia, parece bañarse en sangre y los jóvenes, junto a líderes sociales y firmantes del acuerdo parecen ser las principales víctimas. Ser joven, ser líder, pensar diferente no debería costarle la vida a ninguna persona un Estado Social de Derecho
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