Por: Julian Echeverry Guerra
Luego de haber escrutado el cien por ciento de las mesas, y que se conozca a José David Cura como alcalde electo de Montelíbano vuelvo a sentarme a escribir sobre lo que está pasando en mi pueblo.
Usted que está leyendo esto, no se preocupe que no lo voy a aburrir con párrafos apoyando a uno u otro candidato, o contando lo ocurrido en el Crem, porque para qué hacerlo si ya todo el mundo sabe qué y porqué pasó. Lo que viene a continuación es un mensaje para el alcalde electo y para usted que por lo visto ya se interesó en las palabras de este joven que atrevidamente ha escrito sobre Jaguazul, sobre la mal llamada oposición y sobre la pésima labor del periodismo en Montelíbano. Le pido con humildad que continúe, leer esto no lo hará peor persona.
Señor José David Cura hoy en nombre de muchísimos Montelibaneses quise escribirle este mensaje. Y lo hago porque su silencio asusta, desde hace cuatro años hemos podido ver su interés en ser alcalde, pero con todo el respeto que usted se merece, no hemos podido escucharlo hablar sobre su proyecto para Montelíbano. Yo, al igual que muchos, me quedé esperando una entrevista de ese gran líder del que muchos hablaban, una participación en un debate o por lo menos un video explicando su propuesta, pero salió el sol del tan esperado 27 de octubre y eso nunca llegó.
Hoy el panorama es distinto, ya no hay que buscar votos, ni hay que traer artistas para llenar plazas. Hoy le toca llegar a solucionar los problemas que tanto le critica a la saliente administración.
Durante estos tres meses negó rotundamente ser el títere de los políticos tradicionales y negó la existencia de dineros sucios en su campaña. Hoy tiene que entender que ese tiempo se acabó. El pueblo le dio la oportunidad de demostrar que tan cierto o que tan falso fueron esos rumores, de usted depende si le dará o no la razón sus contendores políticos.
El pueblo necesita unión y un mensaje de esperanza que venga del corazón. Ya se acabaron los colores y jingles. Ya no le van a llegar los líderes de los barrios pidiendo plata a cambio de votos, sino todo un pueblo que necesita. Gente de buen corazón que se dejó llevar por la calentura política y que hoy tiene las rodillas en el suelo pidiéndole misericordia a Dios.
Me atrevería a decir que la gran mayoría de sus votos tienen más interés en bajar a los que están en el poder que subirlo a usted. Hay una esperanza en las calles porque la gente quiere un cambio, pero sea muy cuidadoso porque no es un borrón y cuenta nueva. Si usted llega, saca a todas las personas de la alcaldía, mete a las suyas y acaban con todos los buenos procesos que se están llevando a cabo. Será recordado como el peor alcalde que tuvo este pueblo. Será otro alcalde que subió prometiendo un cambio y llegó a hacer lo mismo, cambiar las buenas cosas de la anterior administración y copiar lo malo que es lo que de verdad convierte una alcaldía rentable para su bolsillo.
En menos de dos meses va a tomar su cargo como alcalde, y con toda franqueza le pregunto ¿también va a leer su discurso de posesión del cargo? O peor, ¿Serán sus líderes los que hablarán? No le hago estas preguntas con animo de ofenderlo, no me vaya a malinterpretar. Las hago porque quiero ver un alcalde que tome liderazgo de muchos temas.
En mi posición de estudiante quiero ver cuándo es que va a llegar ese líder que logre integrar el sector publico con el privado, el sur con el norte, empresarios con comerciantes. Somos un municipio altamente polarizado. El pueblo no quiere escuchar más a Picón, o a Juan Carlos Diaz, o Musa. ¡Lo que el pueblo quiere es escuchar al alcalde! Pero no leyendo mal las palabras de otros, sino mirando de frente al pueblo y hablando con sinceridad.
Por último, le pido que sea original. Que traiga cosas nuevas, ya tuvimos a lideres que se robaron las regalías, que hicieron palacios para ellos y sus familias, que compraron “Toyotas”, que hicieron empresas, que compraron fincas, que miraron feo al humilde. Que aburrido seria que llegara a lo mismo, ya ese chiste no da risa, está muy repetido. Invéntese uno mejor como revisar el uso de los recursos dentro de las instituciones educativas. Hacer un programa de FOCADES que de verdad ayude a los estudiantes. Apoyar el comercio, la creación de empresas, la defensa de la mano de obra local. Recuperar la cultura, escuchando a esos pioneros de la historia de Montelíbano. Mejorando las vías rurales, invertiendo en salud. Hay tanto que hacer como para gastarse la “platica” en cosas innecesarias. Yo quiero que usted sea un buen alcalde, no por usted, porque ni lo conozco. Sino por Montelíbano que ya no aguanta otra mala administración.