¡Saludos a todos!! Esta reflexión la quiero iniciar con la siguiente historia. Terminada la segunda guerra mundial, un grupo de personas judías, custodiadas por algunos soldados, estaban hacinados en una pequeña habitación donde varios judíos habían muerto.
Llego uno de los soldados y les dijo que podían salir, pues la guerra había terminado, pero el temor que sobrecogía a esas personas podía más que la noticia y la orden que recibían del soldado, cuando los soldados dieron la orden por tercera vez, también dijeron que si no salían los matarían a todos, la orden no fue acatada y los soldados empezaron a exterminar a esas personas, faltando solo 3 personas para culminar lo que ellos llamarían una limpieza, decidieron que volverían a dar la orden de salida.
Pueden salir por esa puerta, ya terminó la guerra, dijo nuevamente el soldado. Las tres personas observan la pequeña puerta ajustada con un pedazo de madera y alambres de púas, uno de ellos pensó que si salía lo mataban y si se quedaba igual lo matarían, fue entonces cuando tomó la decisión de correr hacia la puerta y arrancar el madero que la sujetaba, cuando la pequeña puerta se abrió, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, no podía creer lo que observaba, en verdad la guerra había terminado y el sol brillaba como dando la bienvenida a un nuevo día, era un brillo especial un brillo de esperanza, de justicia, de salvación.
Aquella persona tomo a sus dos compañeros y salieron de allí hacia la libertad, cuando caminaban hacia la libertad, los soldados solo atinaron a decirles, les dijimos que salieran, pero ustedes se llenaron de miedo, no fueron capaces de creer que allá fuera podían hallar algo diferente a la muerte, creyeron que era mejor morir antes de intentar ser libres.
Con esta reflexión podemos analizar que en muchas ocasiones tambien nosotros vivimos así, pero hoy la palabra de Dios nos dice en el libro de Juan capitulo 11:40 que “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Marhta, si crees veras la gloria de Dios y Jesús levanto a Lázaro de la tumba.
Ahora la pregunta es.
La palabra de Dios dice estimado amigo, que Jesús es la Puerta y en él hallaras libertad reflejada en salvación. “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos Juan 10:9. Dios es tu puerta de escape, solo en él hay libertad, amor, salvación y vida eterna, corre hacía los brazos de Jesús y él será tu sol de justicia y eterno redentor.