"Es necesario un gran debate mundial sobre la regulación de las redes sociales, en el mal llamado 'paro armado' de los Úsuga, lo que pasó fue la comisión de hechos criminales menores en número y en gravedad, pero que con el uso masivo del Facebook, Twitter e Instagram atemorizaron a la gente en lugares donde la violencia ha dominado muchos años", estas son las palabras del ministro de defensa Luis Carlos Villegas, al mencionar que las redes sociales podrían ser armas de guerra y que es necesario regularizarlas.
En base a este tema surgen inquietudes, pues no se desconoce que Colombia es un país con libertad de expresión, acaso no es un arma de guerra cuartar la libertad de expresión, acaso los colombianos no pueden expresar sus inconformismos, sugerencias y quejas entre otros temas que muchos medios no son capaces de publicar por ser parte del sistema y/o por miedo a no estar entre el favoritismo.
No es un arma de guerra decir las verdades a media, lo cual no es más que una mentira, no es un arma de guerra crear cortinas de humos mientras los corruptos de corbatas y sacos hacen y deshacen con el país.
No es un arma de guerra robarles la salud a los colombianos, el alimento a los niños, y dejar sin agua a muchos lugares con la mentira de una mejor calidad de vida.
Ahora el ministro dice que, “El mundo no sabe cómo enfrentar eso, esta es una nueva arma de guerra y de terror”, nos regularizarán el uso de las redes y también nos amordazarán los dedos como han amordazado la boca de cientos de periodistas en Colombia.
El ‘paro armado’ quien sea que lo haya anunciado, fue una realidad inocultable, que dejo víctimas, daños, zozobra y también dejo claro que en muchos lugares el gobierno en cabeza de sus simpatizantes lo único que hizo fue decir que no estaba pasando nada.