Gabriel García Márquez,
nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca pueblo con más de 50 mil
habitantes ubicados en la costa del caribe colombiano.
Pasados
los años y con los estudios avanzados, este ilustre colombiano no solo ejerció
como periodista y poeta, sus escritos lo convierte en uno de los 16
latinoamericanos galardonados con un premio nobel.
Gabriel
García Márquez, un hombre que veía la vida con sencillez y creía en el derecho
a la igualdad, fue exiliado el 26 de marzo del 1981 acusado de vínculos con el
entonces conocido movimiento M19; además de dirigir la revista
Alternativa la cual era de corte socialista; No obstante es bueno saber que
“Gabo entendía como socialismo un sistema de progreso, libertad e
igualdad relativa”.
El
21 de octubre del 1982 el hijo de Aracataca recibe la noticia del premio
nobel de literatura que le sería otorgado, para esa entonces y como es notorio
en muchos por no decir todos los mandatarios colombianos, el entonces
presidente del país Belisario Betancur, quiso tener protagonismo y
organizo una atractiva presentación folclórica en Estocolmo, para que no
quedara duda, adelantó una emisión de sellos con la efigie de García
Márquez, dibujada por el pintor Juan Antonio Roda, con diseño de Dickens
Castro y texto de Guillermo Angulo, a propósito de la cual el Nobel colombiano
expresó: "El sueño de mi vida es que esta estampilla sólo lleve cartas de
amor"
Es así como Colombia goza del premio Nobel de Literatura, lo obtuvo un hombre que no nació en cuna de oro, que sufrió el rigor de la desigualdad de un país que si bien es muy rico también es cierto que cada día los pobres son más pobres y los ricos son más ricos; No obstante. Gabo, no es amado por todos, algunos lo acusan de no cumplirle al país que lo vio nacer, que Aracataca es solo un nombre porque el hijo ilustre de esta tierra se fue y nunca hizo nada por ella y su gente, que las calles parecen haberse detenido en el tiempo, hoy unos lloran su partida y otros son indiferentes.
La
verdad no perdió Aracataca, perdió Colombia, perdimos todos y no perdimos
porque el haya muerto, perdimos porque nuestro sistema no está interesado
en que los jóvenes de Colombia se preparen, perdimos porque pasaran muchos años
para que Colombia ostente un nuevo Premio Nobel, perdimos porque no hemos
aprendido a ver el mundo mágico de las letras, porque al estado Colombiano le
parece más importante invertir en la guerra que en la educación, porque la
desigualdad ha llevado a muchos a cambiar su educación por la guerra.
Gabriel
García Márquez Un legado mágico de letras
Necesitamos
muchos Gabo en Colombia, necesitamos construir juntos un país diferente,
necesitamos una Colombia mágica y sin soledad, necesitamos un país sin
indiferencia.
PAZ EN SU TUMBA